Donde siempre se aprende

Sensibilidad humana en el disfrute de la tecnología

 

Los robots ayudarán a todas las personas a mejorar la vivencia de los Juegos Olímpicos, sin importar su condición física ni edad, y sin barreras que impidan el disfrute

Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), reconoció este jueves la eficaz respuesta de China contra el coronavirus. Ese mismo día, científicos japoneses informaron en la prefectura de Kanagawa haber creado una prueba de diagnóstico que, en 30 minutos, ofrece resultados sobre la enfermedad, en lugar de las seis horas empleadas por los métodos actuales.

Amén del esfuerzo de los nipones por detener el avance del flagelo entre su población, el hallazgo también muestra el interés por contribuir a salvar los Juegos Olímpicos de Tokio, para lo cual su comité organizador trabaja en coordinación con la OMS.

Los japoneses aspiran a convertir el clásico cuatrienal en «la cita más innovadora», apostando a que prime la sensibilidad humana entre deportistas y aficionados, al mismo tiempo que se sirvan de la nueva tecnología.

Llevados por ese interés le han abierto la puerta a la robótica, con la aprobación desde las mascotas Miraitowa y Someity hasta humanoides que conversarán con atletas y aficionados. Variadas expresiones faciales asumen ambas mascotas, provistas de cámaras en sus frentes para reconocer cuándo hay personas cerca e interactuar con ellas.

Los robots ayudarán a todas las personas a mejorar la vivencia de los Juegos Olímpicos, sin importar su condición física ni edad, y sin barreras que impidan el disfrute. Por ejemplo: al aficionado que no quiera perderse detalles de la competencia y desea comer algo, el Delivery Support Robot (dsr) lo auxiliará transportando y sirviendo alimentos y bebidas solicitadas por medio de una tableta. De igual manera, puede guiar a espectadores en sillas de ruedas hasta ubicarlos en su plaza.

Otros equipos han sido diseñados para transmitir los Juegos, obtener información acerca de sus resultados, ayudar a personas con problemas de movilidad, junto a los autómatas bilingües, que interactuarán en inglés y japonés. El t-tr1, con forma de aspiradora, les brindará a quienes no estén presentes en los escenarios del evento la oportunidad de asistir virtualmente, valiéndose de una pantalla.

Más allá de las novedades de un transporte inteligente y de la creatividad entronizada en la Villa Olímpica, la prueba de que los japoneses no se encerrarán en este universo tecnológico la ofrecerá su noble pueblo. Amabilidad, bondad, modestia, laboriosidad y educación, son atributos de su gente que, junto a su historia y éxitos, aún recuerda y condena los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki.

En la primera de esas ciudades, bellamente reconstruida, el Museo Memorial de la Paz (conocido como de la Bomba Atómica) es santuario donde sus pobladores, y el visitante, se conectan con aquella tragedia, confiando en que una barbarie similar no ha de repetirse en el mundo. Para afianzar ese propósito, cercano al museo radica el Parque Conmemorativo de la Paz, sitio de reunión familiar, donde el aire de renovación inunda el ambiente.

Tokio, igualmente defensora de su legado milenario, con sus robots apuntando hacia el futuro, será una sede donde primará la sensibilidad humana, que tiene en la tecnología un motivo de satisfacción, esa que su pueblo le tributa al forastero.

Tomado de Granma

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